Heartless (I)

Daniela miraba a Lucas como si todo lo que les rodeaba no existiese. Un día, el día del cumpleaños de Daniela, ambos se sentaron en la cocina y comenzaron a charlar. La bebida en la mano, la música sonando, sus amigos bailando en el salón... pero en aquel momento sólo existían ellos dos... sólo ellos dos...
Pasaron las horas y Sophia entró en el lugar torpemente debido a las copas que llevaba encima.
- ¿Nos vamos a la discoteca? - sonrió con aquellos ojos verdes que tenía- . Elena decía que no entrara porque os iba a molestar... pero es que quiero ir a bailar
Daniela se levantó y abrazó a su mejor amiga. Juntas se rieron mientras Lucas hacía pequeñas bromas sobre chicas borrachas abrazándose. Un pinchacito le recordó a Daniela que Elena estaba fuera, que la exnovia de Lucas estaba apenas a dos pasos de ellos y que los celos, seguramente, la estaban reconcomiendo. Cuando salían directos hacia la discoteca, la abrazó sin saber si lo hacía porque quería a su amiga o si el sentimiento de culpabilidad por estar enamorada del ex de ésta la obligaba a hacerlo.
La lluvia no ofreció tregua durante todo el camino y... Daniela se sentía en las nubes. No sabía si era el alcohol, si era la euforia por su cumpleaños o si era que estaba caminando con Lucas lejos del grupo, siempre divagando de sus problemas, siempre bromeando, siempre llevándose la contraria.
Daniela se paró ante el paso de peatones y, de repente, lo sintió. Sintió cómo su mano estaba entrelazada con la de Lucas. Las gotas de agua se escurrían por sus cabellos y bajaban por las mangas hasta transformarse en pequeñas perlas acuosas que decoraban la unión de sus dedos. Daniela fingió no sentirlo y, para cerciorarse de que todo era cierto, apretó la mano. No se puede describir la sensación que le recorrió el cuerpo de punta a punta al ver que era verdad, que no era un sueño, que él le agarraba la mano. Como respuesta, Lucas le devolvió el apretón. Los dos rieron y no comentaron el hecho, no dijeron absolutamente nada sobre aquello.. Sólo.. sólo siguieron de la mano mientras los coches pasaban, mientras la lluvia los mojaba, mientras ambos pensaban en qué demonios estaban haciendo...
El grupo los alcanzó y todos empezaron a andar pero ellos no se despegaron ni por un momento. Antes de pisar la discoteca, ella se frenó y le dio un abrazo. El abrazo más duradero y más corto de su vida. Se quedó allí, oliendo el dulce aroma de Lucas, sintiendo el calor que desprendía su cuerpo mojado.
- Gracias por todo - susurró ella.
- Para eso estamos los mejores amigos - sonrió él.
A la mañana siguiente, ella se despertó en cama y apretó la mano. Sintió sus fríos dedos tocar su palma y suspiró viendo que todos se habían ido ya.  Entonces, se dio cuenta de que lo de aquella noche había sido real. Había sido un tonto acercamiento que seguramente él ni siquiera recordaba pero... para ella había sido más real que todo lo que había vivido en su vida entera.

Os habeis marchado, os habéis ido....

Os habeis marchado, os habéis ido... y ahora sé lo que he perdido.
Cuando nos conocimos, sonreí como una niña una mañana de navidad... os había encontrado! os había buscado durante tanto tiempo...! ´
Cogísteis mi mano con fuerza y con palabras dulces, me susurrasteis que siempre estaríais ahí, que os daba igual el mundo, que lo importante era seguir juntos a lo largo del camino. Me lo creí. Me lo creí tanto que lo puse a prueba. Decidí ver hasta dónde llegaba esa promesa, hasta dónde estábais dispuestos a llegar vosotros.... De mi boca salieron palabras que aprisionaban mi alma tiempo después de haberlas dicho, pero vosotros siempre sonreíais y... y me hacíais sentir como si no os doliera, como si mis tristes palabras no fueran puñales para vosotros.... Y pasado el tiempo, era como si nada pasara, como si todo estuviera en el lugar correcto... O eso era lo que yo creía. O eso era lo que yo quería creer.
Y día tras día, tensaba la cuerda pensando en que jamás se rompería, pensando en que vosotros siempre, siempre, siempre, estaríais ahí.... pensando en que quería que demostraseis que yo os importaba... que yo era alguien en vuestras vidas.
Oh, qué ciega estuve! Cada vez que lo pienso, siento que algo se muere dentro de mí. "Idiota! Idiota! Idiota! "- pienso repetidamente. Y me llevo las manos a la cara en una habitación desierta, desierta porque os lo llevasteis todo aquella triste tarde en que se rompió la cuerda y me caí de bruces en la realidad. Y dolío, tanto que ni siquiera hoy puedo respirar con normalidad sin pensar que quizás perdí lo único que de verdad había importado en mi vida..... lo único que había sido real para mí.
Y sabéis qué? Cada día finjo ser feliz, finjo que me hace gracia, finjo que la culpa es vuestra por dejarme sola... Pero sé que no. Y cuando me di cuenta, vuestra sonrisa se había apagado y se había convertido en una triste mirada que no admitía perdones ni lo sientos.
No váis a leer esto.... ni siquiera sabéis que lo escribo.... pero dejo constancia de que el mundo no es igual, de que nada me sabe igual, de que me estoy derrumbando y quiero dejarme caer pero sé que, si lo hago, no vais a estar para recoger mis pedacitos. Porque os eché de mi vida... Y en mi mente sólo suenan dos palabras como un disco rayado: "Algún día..." Es lo único que me queda... Algún día.... talvez... algún día. Resumiendo?
Os habeis marchado, os habéis ido... y ahora sé lo que he perdido.
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esta semana la autora del "Blues de la Guionista" no púed realisar entrada alguna, pero espero que ésta esté a la altura de mi reamiga. Besukis ^^

eN aLgUn MomEnTo DeL dIa AlGuIeN pIeNsA eN tI....

En algún momento del día, alguien piensa en ti. Es esa persona, la que rozas cada mañana, la que siente un escalofrío cada vez que sonríes, en la que no te fijas…El mundo es muy grande, y tú muy pequeño. Pero eso no impide que haya alguien que todas las noches, antes de ir a dormir, piense en qué tal estarás, cómo te encontrarás, si has llorado ese día o si, quizás, hayas vivido ya el mejor momento de tu vida. Se queda tumbado en su cama, susurrando tu nombre en mitad de la oscuridad para que, aunque sea sólo por unos instantes, te hagas real para él. Aunque ya lo eres, eres tan real, que no puede respirar sin sentir que se ahoga, poco a poco, en esas lágrimas que reprime porque cree que ya no vale la pena. No, no cree eso. Pero quiere creerlo, porque si no lo hace, su corazón seguirá tan roto como lo está ahora.

Un día piensa en que igual está perdiendo el tiempo, que ya no siente nada por ti. Pero entonces te ve, sonriendo, y vuelve a pensar en que todo se para cada vez que tiene la suerte de estar a tu lado, que el mundo ya no existe ahí fuera, que quizás tenga una oportunidad contigo. Y eso le anima, aunque sea sólo un poco, a seguir luchando cada día por esa oscura realidad que no tiene sentido sin ti.


Se levanta cada madrugada y te ve pasear a lo lejos. Su corazón se acelera pensando en que igual hoy es ese día, el día en que te das cuenta de que camina a tu lado, el día en que te das cuenta de que existe… Pero no lo haces. Tu cabeza se gira en sentido contrario y su corazón, lo que queda de él, se hace trocitos. Camina más deprisa para que no veas que está llorando, para que el viento seque las amargas lágrimas de un triste desamor.


En ese momento, tus cosas caen al suelo. Escucha el estruendo y se gira con asombrosa agilidad. Su corazón había empezado a cicatrizar, como le ocurría cada mañana después de verte, pero le da igual. Se acerca a ti y recoge en silencio. Vuestras manos se rozan y su corazón se desboca, pensando en que igual tú también la has notado, que has notado esa magia. Pero tú te levantas y le miras. “Gracias” dices, y se siente en las nubes. Las 7 letras más bonitas que ha oído en su vida. No acierta a decirte nada y ve cómo te alejas. Y se siente feliz, porque le has dicho algo, te has dado cuenta de que existe, de que está a tu lado…


Se marcha a su casa, con una sonrisa boba en la cara. Se tumba y cierra los ojos. Quizás nunca te des cuenta de que él sueña contigo cada noche y que, cada vez que piensa en ti, siente que todo es posible. Nunca le darás una oportunidad, no es “tu tipo” como tú dices, pero le da igual. Sus sueños viven muy dentro, y jamás matará la ilusión que los mantiene vivos. Y es que… en algún momento del día, alguien piensa en ti. Es esa persona, la que rozas cada mañana, la que siente un escalofrío cada vez que sonríes, en la que no te fijas…

Porque entonces llegaste tú.... y te fuiste

Y entonces llegaste tú, con todos tus sueños, con todas aquellas ilusiones, con aquella sonrisa que me hacía reír.... Éramos más que amigos, más que simples personas compartiendo un pedacito de este mundo que tanto miedo nos daba...
Ni siquiera sé por qué lo hice, pero un día te cogí de la mano y te prometí que siempre estaría aquí, que cuando el cielo se cayera a pedazos yo te protegería del golpe, que cuando la tristeza llamara a tu puerta yo contestaría, que cuando el dolor no te dejara respirar yo respiraría por ti...
A partir de aquel momento todo fue perfecto, fue único... fue todo lo que tenía. Una tarde de otoño me miraste y me preguntaste: ¿Qué es para ti la amistad?
Yo me quede callada, fingiendo no haber escuchado la pregunta, sonriendo por fuera y dudosa por dentro. Ignoraste mi reacción y seguiste hablando, como siempre, de libros e historias fantásticas, de lugares asombrosos que nunca verías, de mundos a los que prometiste que me llevarías de la mano...
Todavía hoy recuerdo esas historias y todavía hoy me duele que no se vayan a cumplr. En los peores momentos, te susurraba: para siempre... Pero el para siempre no duró... porque no existe la palabra siempre... Nos cruzamos con millones de personas a lo largo de nuestra miserable vida y, sólo a veces, sientes que la persona con la que has chocado significa un poco más que las otras....
Y entonces sonríes y dices: para siempre.... Y en el momento es real, tan real que, cuando te das cuenta de que no es verdad, duela tanto que llega a quemar por dentro..
Ni siquiera sé si te acuerdas de mí  o si soy ya un vago recuerdo de tiempos mejores...
Si es así, espero ser el recuerdo más bonito de esa caja que tienes escondida bajo la cama...
Yo también tengo una y espero algún dia llenarla con todo el dolor, y todas las lágrimas, y todas las promesas, y todo el desahogo que ahora siento... por ahora, finjo ser feliz sin tu amistad... por ahora...
te imagino en tu habitación preguntándome por qué hago esto...
¿Que por qué? - susurro a oscuras en mi cuarto- . Porque entonces llegaste tú.... y te fuiste